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La mujer sin cabeza

Aldo Hidalgo

La mujer sin cabeza es una película de 2008 dirigida por la cineasta argentina Lucrecia Martel. La historia se trata de Verónica, una mujer dentista de clase alta. La historia comienza cuando Veronica conduce por un camino solitario y atropella algo. Ella se siente muy confundida y asustada, sin estar segura de si golpeó a un animal o a una persona. Después del accidente, comienza a comportarse de manera extraña y se siente desconectada de su vida, como si estuviera atrapada en un sueño.

La película se centra en el estado mental de Verónica, mostrando cómo la culpa y la incertidumbre la afectan. En lugar de dar respuestas claras, la película hace que el público se sienta tan confundido como ella. La cámara muestra formas borrosas, otras como cortando parte del cuerpo o enfocando desde atrás. Todo esto ayuda a transmitir la sensación de pérdida de Verónica. La película nos hace preguntar qué es real o qué está en la mente de Veronica.

Uno de los temas más importantes de la película es la diferencia entre clases sociales. Verónica proviene de una familia rica, y las personas que la rodean la ayudan rápidamente a olvidar el accidente. Nunca hacen demasiadas preguntas ni permiten que enfrente las consecuencias. Esto muestra cómo la riqueza puede proteger a algunas personas de problemas que otros no pueden evitar.

Esta película no tiene un final dramático ni respuestas obvias. La película nos hace reflexionar sobre la culpa, la memoria y cómo a veces las personas eligen ignorar la verdad cuando les resulta incómoda. A mi parecer, el título de la película representa el estado mental de Verónica, en el cual ella está físicamente presente, pero mentalmente perdida, como una persona sin cabeza.

Esta película hace que el público experimente la misma confusión que Verónica y plantea preguntas importantes sobre la responsabilidad y el privilegio.


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