Una mujer fantástica es una película que está dirigida en Chile por Sebastián Lelio. El drama de la película está basado en la historia de Marina Vidal. Marina es una mujer transgénero que trabaja como cantante y mesera en Santiago de Chile.
La historia comienza con el romance entre Marina y su pareja Orlando, el cual tiene muchísima más edad que ella. El mundo de Marina da un giro cuando su pareja muere repentinamente. En vez de ser tratada con empatía tras la muerte de su pareja, ella confronta sospechas, discriminación y mucha crueldad proveniente de la familia de Orlando. En el hospital donde Orlando falleció, la policía interroga a Marina con mucho prejuicio. Pero a pesar de toda la tristeza, pánico y encima discriminación, ella se le ve muy fuerte y firme en este suceso.
Después de la muerte de Orlando, Marina es advertida por la ex-esposa de Orlando de no participar del funeral. El hijo de Orlando muestra mucho rencor contra Marina y mucho rechazo hacia su madre. Marina insiste en su derecho de participar en el último adiós de Orlando y esto le trae mucho dolor emocional.
En la película, Marina encara situaciones humillantes, invasión de derechos y hasta violencia por parte de familiares de Orlando. Esto le da a Marina mucha fuerza y coraje para salir adelante y superar estos episodios. Después de todo, Marica se reencuentra con la música, especialmente la ópera, y esto va a ser como una reconciliación consigo misma, como un símbolo de superación y resistencia.
Una mujer fantástica es una historia que encara y dignifica la identidad y la perseverancia. Esta película hace ver más allá de las etiquetas y comprender a respetar la humanidad y dignidad de las personas transgénero. También esta película nos da una enseñanza de aceptación, empatía y derechos humanos.