No tengo mucha experiencia tratando con personas con diferentes capacidades y nunca había leído un texto escrito desde su perspectiva. Leer Lectura fácil fue una experiencia nueva que me hizo pensar muchas cosas. Me di cuenta de que las personas con discapacidades también desean una vida con libertad, autonomía y placer, como cualquier otra persona.
Las protagonistas no aceptan que otras personas decidan por ellas. Cuestionan el control del Estado, los terapeutas y los trabajadores sociales. Aunque a veces sus formas son incómodas o provocadoras, entendí que parte de su lucha es defender su derecho a tomar decisiones sobre sus cuerpos, su sexualidad, su maternidad y su día a día.
El libro se conecta con la teoría crip y las ideas de disability justice, que plantean que la discapacidad no es un problema individual, sino una realidad que se construye social y políticamente. En lugar de generar lástima, Lectura fácil muestra otro modo de vivir. Uno más libre, rebelde y lleno de deseo. Esta lectura me hizo reflexionar sobre cómo veo la discapacidad y cómo muchas veces damos por hecho una libertad que a otros se les niega sistemáticamente.