Julia Krzysztalowicz
La película El Secreto de sus Ojos es protagonizada por Benjamin Esposito, el jubilado ministro de la corte quien está revisitando un caso injustamente “resuelto” de una mujer violada y asesinada para su novela. Vemos cómo este evento lo impactó mucho y hasta el día que se puso a escribir la novela sigue pensando en cada detalle del caso. Además, el caso también lo hace recordar de su amor no correspondido hacia Irene, su jefa, y vuelve para reabrir este caso también. La película nos cuenta como el asunto de Liliana Morales no fue priorizado por los superiores de la corte y cerrado. Aun cuando Sandoval y Esposito encuentran el perpetrador del crimen e Irene comprueba que es él, vemos como aunque estaba supuestamente condenado a una cárcel perpetua, los superiores del sistema jurídico lo perdonan y dejan trabajar para ellos en libertad pura. Un motivo muy clave en la película son las expresiones de los ojos y miradas. Es una manera de detectar las intenciones de alguien como también una manera de recordar a alguien. La película hace un comentario sobre la lucha por la justicia para reclamar agencia en nuestra vida y darle un buen final a la novela que es la vida. Habla de la memoria de la gente desaparecida en la dictadura y como los mismos perpetradores de violencia fueron perdonados con amnistía después. Sin embargo, como vemos en la película, la gente nunca se rindió en traer la justicia merecida a los víctimas y recordarlos. En el artículo “Historical Memory And Accountability”, Dolores Tierny habla sobre cómo el vocabulario usado en la película contribuye a la idea de memoria colectiva. La autora escribe que cuando el Esposito jubilado dice a Irene “‘In reality we never spoke about that again. Why did we never speak about that again?’ The words Espósito repeats ‘never’ and ‘again’, are significantly those of the title of the published report produced by the National Commission into the Disappeared (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas [CONADEP]) Nunca Más (Never Again 1984). (Tierny, 8) La repetición de “nunca más” fue algo que pude automáticamente reconocer yo como un movimiento de memoria. Los cuentos “El retorno” y “Un hombre y un perro” también abordan el tema de justicia pero desde otras perspectivas. En “Un hombre y un perro”, el perro es un recuerdo constante de la culpabilidad que debería sentir el hombre por su violencia. Es un recordatorio eterno. En “el retorno”, el ser fantasmal del narrador siempre va a perseguir y quedar con el modista necrófilo para ser un recordatorio de sus pecados. Lo que tienen en común los tres cuentos, es que la memoría tampoco debería ser ignorada porque nos volverá a perseguir y detener en el pasado. Tenemos que dirigirla para poder eternizar la justicia y crear un cierre comunal al dolor.